Hace más de 30 años, Michael Callahan dejó su carrera de ingeniero para dedicarse al ejercicio de la abogacía. Se lanzó de cabeza, asumiendo montones de casos y aprendiendo todo lo que podía sobre cada uno de ellos. Pero Michael no tardó en darse cuenta de que quería ejercer la abogacía de otra manera. Ansiaba conocer de verdad a las personas por las que luchaba. Necesitaba escuchar sus historias y comprender sus experiencias para poder pintar un cuadro que el jurado pudiera entender y con el que pudiera conectar. Esto significaba aceptar una pila más corta de casos y centrarse en un área de práctica en la que pudiera seguir desarrollando una experiencia cada vez más profunda.
Hoy, Michael utiliza su curiosidad y habilidad para luchar por las personas cuyas vidas han quedado alteradas para siempre por sucesos trágicos o traumáticos. Como a Michael le apasiona ayudar a la gente a recuperarse, trabaja con honorarios porcentuales (traducción: si tú no cobras, él tampoco).
La metodología de su práctica
Se trata de indagar en la tragedia y las circunstancias que cambiaron para siempre la trayectoria vital de un cliente y de aprovechar una curiosidad inquebrantable por descubrir los detalles; por descubrir la totalidad de un caso que se expande más allá del momento del impacto.
En resumen, se trata de que te importe un bledo.
Michael Callahan es un miembro implicado del cuerpo docente del Colegio de Abogados Litigantes, que se dedica a educar y formar a abogados comprometidos con el sistema de jurados y con la representación y obtención de justicia para el individuo.
Fuera de su carrera jurídica, Michael disfruta pasando tiempo con su esposa de dieciocho años y su hija. Le encanta viajar, mantenerse físicamente activo y está constantemente aprendiendo y explorando.